Si la preparación física del caballo de competición es clave,
no hay en absoluto que olvidar la del jinete.
no hay en absoluto que olvidar la del jinete.
He aquí algunas preguntas y respuestas del Dr. Auvinet (Reumatólogo y especialista en Medicina Deportiva), presidente de la Comisión de investigación de la Federación Francesa de Equitación, especialista que ha realizado numerosos estudios relativos a la efectividad del binomio Hombre/Caballo, y a la preparación física del jinete.
Todo deportista sigue un plan de entrenamiento físico adaptado al deporte que practica. Esta preparación específica, es necesaria para el desarrollo de aptitudes propias al deporte practicado e indispensable para la consecución de una progresión real. El entrenamiento del jinete fuera de la práctica ecuestre propiamente dicha, se suele resumir como máximo en 10 minutos de calentamiento antes de comenzar el trabajo, y algunas sesiones de trote a la inglesa, o de trote en suspensión sin estribo como único ejercicio de musculación. La equitación requiere la preparación intensa de músculos raramente utilizados así como una gran independencia de los segmentos musculares, y una clara disociación del tronco, arriba y abajo, lo que es indispensable para conseguir la perfecta independencia de las ayudas. Una preparación física adaptada permitirá al jinete dominar una serie de movimientos particulares a este deporte. No hay que olvidar la importancia de la condición física del jinete, en los resultados del binomio Jinete/Caballo. Muchos de los problemas observados en un caballo son inducidos por su jinete. Esta se puede traducir, en dificultad a la hora de realizar ciertos ejercicios, así como la aparición de microtraumatismos en espalda y abductores. En los principiantes, la falta de preparación se traduce normalmente en la dificultad de adquirir una postura correcta, indispensable para su progresión. Los dolores derivados de los microtraumatismos, se sumarán a los provocados por las posturas forzadas y las contracturas, y se dejaran sentir en el jinete varios días después de cada sesión. Los dolores de abductores, se reparten entre tendinitis y roturas musculares, y los sufren todos los jinetes, principiantes, expertos y profesionales. Las tendinitis aparecen tras sesiones intensivas, sobretodo si en ellas se incluyen largas sesiones de puesta en silla sin estribo. Las roturas musculares se producen sobretodo en jinetes profesionales, cuando se ven forzados a contraer brutalmente las piernas, ante un obstáculo o ante reacciones bruscas del caballo. En cuanto a las lesiones de espalda, suelen deberse a problemas lumbares. Existen lumbalgias estáticas que se manifiestan tras una estancia prolongada (más de una hora) de pie. El jinete suele reducir el dolor apoyándose contra una pared, avanzando ligeramente sus pies, y basculando sus caderas hacia adelante. La lumbalgia de esfuerzo, suele aparecer por la noche tras un trabajo intensivo a caballo. El dolor disminuye en posición de tumbado así como cuando el jinete está montado. La frecuencia de estos tipos de lumbalgía es alta entre los jinetes y se estima que afecta al menos a un 60 %. Aparecen en algunos casos lumbagos y afectaciones por ciática. Entre los factores que favorecen la aparición de estos dolores, se encuentran, la intensidad de la práctica diaria, la violencia del ejercicio ecuestre (Saltos, o paseo), las características propias del jinete (escoliosis, problemas en los discos vertebrales, etc.), y sobretodo, las caídas, responsables en un 20% de las lumbalgias. Por otro lado conviene destacar que muchos de los problemas de espalda no aparecen directamente en al momento de la práctica de la equitación, sino más tarde, derivadas de esfuerzos excesivos de levantamiento, a la hora de limpieza de boxes, cuidado del caballo, etc. Aparte de las caídas o los esfuerzos de levantamiento, la principal causa de lumbalgia proviene de los múltiples micro-golpes que sufre la espalda de los jinetes. El estudio de las variaciones de la posición del jinete en función de los movimientos de su caballo, permite explicar el mecanismo que se genera. El trote, es la posición más traumática, el jinete tiene que absorber múltiples impactos verticales (Elevación y descenso alternativo de la espalda del caballo). El jinete inexperto, continua ligeramente su ascensión mientras que su caballo ya ha empezado el descenso, y cae con retraso cuando el caballo ha comenzado el movimiento ascendente siguiente, golpe amortiguado por la columna vertebral del jinete... y del caballo. El jinete experto, gracias al juego de pelvis, consigue mantener el contacto con la silla, ligando el movimiento. Lo más importante es acompañar el movimiento ascendente del caballo avanzando la pelvis hacia adelante y no al revés como se suele observar. El movimiento de retrogresión debe convertirse con la práctica en un movimiento reflejo. (Los expertos consideran que hacen falta al menos 1000 repeticiones de un gesto o movimiento para conseguir su automatización, es decir que se convierta en un reflejo). Desgraciadamente esto no es tan sencillo. Además de acompasar el movimiento al de su caballo, el jinete intentará tener las piernas bien estiradas; pero tener estirado el muslo es opuesto a la retrogresión de la pelvis. Al contrario, cuando la pierna esta bien estirada, la pelvis bascula hacia atrás. El sufrimiento a nivel de las lumbares se acentúa, los golpes se amortiguan peor y los discos vertebrales sufren presión trasera. En uno de nuestros estudios, observamos que jinetes que montaban más de cuatro horas al día, (jinetes de doma), presentaban en gran proporción una hiperlordosis, es decir un arqueo de la espalda excesivo sobre todo cuando estaban a pie, y no a caballo. Este es un factor que favorece la aparición de lumbalgias. Por otro lado, el jinete en posición de sentado, tiene tendencia a inclinar el busto hacia atrás para restablecer el equilibrio, lo que le obliga a avanzar la cabeza, y arquear por tanto la zona alta de la espalda. Es necesario practicar ejercicios de flexibilidad para conseguir el estiramiento de los músculos flexores de las caderas permitiendo descontracción de esta articulación y su apertura hacia atrás. Esto evitará toda la repercusión de los movimientos de la pelvis sobre la pierna cuya ventaja es su rigidez. Lo correcto sería no trabajar demasiado el estiramiento de las piernas, hasta que la flexibilidad de los músculos y de la articulación no fuese suficiente, ya que en caso contrario, la pelvis no puede "pasar" entre las caderas y la retroversión se vuelve imposible. Por otro lado una musculación apropiada de abdominales es muy útil, ya que su correcta contracción provoca la retroversión perfecta de la pelvis. Sí; Los músculos más profundos de la espalda situados alrededor de la columna vertebral, ya que sujetan las vértebras y garantizan su buena orientación. Desgraciadamente, son unos músculos difíciles de trabajar, y necesitan un cierto aprendizaje, por ejemplo con la ayuda de un kinesiterapeuta. Se realizan a pie o a caballo. El desarrollo de estos músculos internos es no sólo un medio de prevención, sino también de alivio de posibles lumbalgias existentes. En este sentido, la práctica de la equitación es en ella misma un ejercicio muy bueno a condición de que sea realizada correctamente. Muchos jinetes con dolor de espalda ven desaparecer los dolores cuando montan a caballo, y reaparecer cuando abandonan la práctica ecuestre. Una musculatura correctamente desarrollada no puede ser negativa, bien sea en aparatos de gimnasio, o por la práctica de otro deporte; ya que la equitación es un deporte incompleto y que favorece en exclusiva algunos grupos musculares dejando otros de lado. El problema es que los ejercicios de musculación sin la ayuda de un profesional, no suelen favorecer más que a los músculos superficiales, perdiendo así parcialmente su interés. Se puede citar por ejemplo el método propuesto por J.P. PAILLOUX (Kinesiterapeuta de la Federación Francesa de equitación), que consiste en una serie de ejercicios a hacer en el suelo y a caballo que permiten desarrollar y hacer trabajar a algunos grupos musculares de gran importancia en equitación, y favorece la combinación de movimientos delicados como por ejemplo reforzar los abductores de los muslos sin dificultar la movilidad de la pelvis. Para completar este programa, una sesión de stretching (estiramiento) de unos quince minutos después de haber montado a caballo, permite distender los músculos que han trabajado más, y evitar acumulaciones de tensiones musculares generadoras en muchos casos de contracturas. Es aquella que permita una buena eficacia de las ayudas, asociada a un escaso sufrimiento de la columna vertebral. La posición en Autoengrandecimiento es un buen ejemplo: Colocar recta la espalda imaginando que el zenit del cráneo está enganchado a un cable que tira hacia arriba. Esto permite mantener una cierta curvatura de las lumbares imprescindible para el correcto trabajo de la pelvis, mientras que la amortiguación de los impactos, se reparte en el conjunto del raquis (Columna Vertebral) sin concentrarse en las lumbares. Esta posición favorece además el trabajo de los músculos más profundos de la espalda. Este autoengrandecimieno de la espalda deberá asociarse a un relajamiento de los hombros y de las caderas, y a una buena movilidad de la pelvis. Es aquí donde la importancia de la preparación física es clave. Evidentemente, la prevención pasa por un calentamiento apropiado, y suficientemente largo, que variará de uno a otro jinete. Incluso en estas condiciones, si se produce una distensión, conviene dejar temporalmente la equitación, hasta la cicatrización de la lesión. No olvidemos que un músculo distendido, tardará varios meses en recuperarse plenamente. Las tendinitis se curan con más facilidad, y en general en un plazo inferior a un mes; basta con reducir la intensidad de la práctica del deporte. Todos los deportes que favorezcan la mejoría de la imagen corporal (Danza o expresión corporal), así como el estiramiento de la columna (Natación, bicicleta). La práctica de deportes complementarios es especialmente recomendable a los adolescentes. El uso de simuladores ecuestres (como el Persival), puede ser también de gran utilidad. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario